Y tras aquellos extensos años de furia, la felicidad decidió devolverles llamada,como aquel extraño que se fué un día y prometió nunca regresar, como aquella niña de camino a la escuela, con tanto peso sobre la espalda que se olvidó de reír. Con tanto cariño acumulado en el trayecto sofá-cama, y con el millón y medio de preguntas diarias sobre ti. Con aquel revoltijo de cumpleaños que se escondía donde terminaba mi imaginación,entre las paredes de tu cuarto. Con todo esto y una abrazo que dejaste sobre el pomo de la puerta, cansado ya de tantas despedidas, y de oírte decir que no vas a volver.
Con esa manía incontrolable de decirte "quédate".
"Porque si sientes lo de siempre no me atrevo a decirte quédate"
3 comentarios:
¿y qué me dices del tuyo? es más que bonito
pd: aunque sientas lo mismo de siempre no implica que se tenga que quedar, igual si no lo dices o no te atreves es porque realmente no quieres que se quede, quien sabe
bonita entrada (: gracias por pasarte!
Un texto realmente bonito. A veces nos cuesta mucho separarnos de las personas que queremos, y tu texto muestra este sentimiento a la perfección.
Un saludo
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