viernes, 20 de abril de 2012

brotes

Y que decir cuando todo parece usado. Cuando parece que cada sentimiento esta repetido en el album de los recuerdos. Cuando al sexto síntoma de peligro aceleras y sientes caer tropezando con otra piedra diferente.

Podría decir que me lloran las manos de pensar que la realidad me aleja de tu boca, que en los silencios que me esperas nunca estoy rápido de reflejos y que en las noches que no me esperas quizás los tuyos resten demasiado.
Que decirte si: desearía conocerte para siempre y desde siempre, es utilizar a otros que expresan mejor lo que  siento, que te explicarían mejor como desearía hacerte sentir y saben mejor cómo dejarte sin habla.
Que te necesito a ti y ahora, independientemente de la vida, del futuro y del pasado, independientemente de los sueños que quizás mi presencia acorte de alcance, independientemente de tu risa, de tu pelo, y de todas esas cosas que supones que supongo que me encantan.
De tu vida, de querernos.

lunes, 2 de abril de 2012

5 minutos con tu ventrículo derecho

Latía. De verdad que latía con todas sus fuerzas, incluso había momentos en los que parecía que se le iba a salir del pecho, como cuando estalla una pompa de jabón en medio de la nada. Latía con la oclusión de un pasado gastado pero dulce, con varias notas de decepción al termino del quinto latido empezando por la izquierda, ahí donde parece bombear más sangre al cerebro que a los labios. En la contracción de su ventrículo derecho, como un aterrizaje de emergencia, como los miedos cuando se te despegan los pies del suelo, con tirar de la anilla del paracaídas en el hospital. Y dos lagrimas con cada sístole y diástole, con cada perdóname esta vez, con todos y cada uno de los reproches en la almohada.
Y un despierta.
Un ya no te quiero como antes.



... Doctor, lo hemos perdido.