Llena de peliculas de dibujos animados, de peliculas de acción, de peliculas de cualquier película pósadas sobre una conversación telefónica, que se ahoga con las horas de la madrugada, y un sofá en mitad de un abrazo. Y un silencio en el armario, millones de segundos de espera, de resfríados en el parque cerca del Otoño. Miles de canciones, millones de verdades y quinientas preguntas con tan solo dos respuestas.
¿Y si vuelve? ¿Y si le olvidas? ¿y si cualquier día se vuelve a cruzar con sus intoxicaciones vitalicias, y su supeditada inteligencia?... ¿y si le quieres?
Llena de lagrimas en el colchón, de inseguridad, de madurez perdida, de humanidad al alza, de sentimientos nuevos, o demasiado viejos, llena de incertidumbres, y de seguridad, de humo en los pulmones y de consejos que no dar.
¿Y si le olvidas?¿Y si le quieres?
Llena, saturada... y con los ojos empapados. Tan llena y tan vacía, y con tanto corazón que le aprieta demasiado el pecho.
¿Y si le quieres?
... y te encuentro en cualquier bar, pegando saltos de alegría, y me dices que lo nuestro no era lo que merecía.
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